20070612

Empapado

Ciertamente era extraño. Desde aquella noche en Pamplona hasta ahora que yacía en la habitación contigua no había dejado de sorprenderme. Y las sorpresas no siempre habían sido agradables...no, no siempre. A menudo no nos damos cuenta de cómo son realmente las personas que conocemos, simplemente... o las aceptamos o las rechazamos. Con Gorka esto se cumplia al 100 por cien. Aceptabas a Gorka con todo, con sus brotes violentos, con su ternura escondida y si no, eras su enemigo. Así con éste infantil pero sencillo de entender dogma, funcionaban sus relaciones.
Pero en todo dogma hay un error, y yo era ese error. Yo no aceptaba a Gorka, pero él no me consideraba su enemigo. Puedo decir que no lo quise nunca...pero siempre estuve detras como un maldito perro faldero.
Aquella noche en Pamplona me hubiera gustado hablar con él, preguntarle las mil cuestiones que siempre me habian quemado en el interior. Conocía su pasado, o al menos la descripción de las cosas que hizo en el pasado, pero no lo conocía a él.
Este es un diario de una historia que comenzo aquella noche. Una noche de lluvia en Pamplona.
Es la historia de Gorka, un chaval que se dejo los sesos en un control de la Policía Foral y que ahora descansa en la fría habitación del Hospital...
Un hombre siempre empapado: de agua, de lluvia, de sudor, de sangre...un hombre que nunca estuvo seco y que ahora reposa, roto, quizás esperando que alguien entienda su historia, aunque no apostaria por ello.
Y ese alguien soy yo.

1 comentario:

Allendegui dijo...

Me gusta este blog. Promete. Quiero seguir leyendo.